Polémica en Venecia por el proyecto de Pierre Cardin

El proyecto del modisto francés Pierre Cardin, “El Palais Lumière” para construir una torre de 255 metros entre Mestre y Marghera, las zonas industriales más degradadas del extrarradio de Venecia está creando polémica en el entorno como

lo fue hace años el proyecto del dueño del grupo de lujo PPR, François Pinault, que finalmente se ha plasmado en el museo de Punta della Dogana de Tadao Ando.

Pierre

Cardin presentó a la prensa” Palais Lumière-Una escultura habitable” el pasado viernes para explicar a los habitantes de la ciudad italiana que se trata de un proyecto que no perturbará Venecia y que “ni siquiera se verá desde la ciudad”, según afirmó el alcalde de la ciudad Orsoni, quien apoya el proyecto.

Según el profesor Salvatore Settis, histórico del arte y ex presidente del consejo superior de los Bienes Culturales italianos, que le acusa de malvender su ciudad, “no se puede escayolar Venecia”. Así, mientras la polémica está cogiendo amplitud en la ciudad, Cardin decidió emprender un viaje a Venecia para demostrar con fotos, vídeos y maquetas, las virtudes del proyecto, que costará más de 2.000 millones de euros, una inversión de tal envergadura que parece un espejismo. “Su impacto será nefasto, es la última profanación de Venecia”, asegura Settis, que dimitió de su cargo por desencuentros con el gobierno Berlusconi.

Cardin, nacido en San Biagio di Callalta, en la provincia de Treviso, de padres venetos y que posee una residencia en el centro histórico de Venecia, está decidido a “regalar una torre de luz a la ciudad”. Para él, se trata de “bonificar terrenos, suscitar el interés social y la eco-sostenibilidad”.

El proyecto será una especie de ciudad vertical con 65 plantas, realizadas con tres torres de alturas distintas que enlazan seis discos, destinados a espacios públicos, alejados entre ellos 35 metros, que se inspiran en tres flores unidos por una cinta. Un proyecto que puede asustar a su vecindario, pero Cardin ajeno a la polémica, aseguró que el Palais Lumière permite un nuevo Renacimiento para Venecia y el Veneto”.