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Demandan a San Francisco por prohibir la venta de pieles

Por Jaime Martinez

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Moda

Madrid – La Federación Internacional de Pieles (IFF), organización con sede en Londres y única representa de la industria a nivel internacional, acaba de demandar a la ciudad estadounidense de San Francisco por “intentar legislar la moralidad” al prohibir la venta de pieles. Normativa que la localidad californiana aprobó en marzo de 2018 y que entró en vigencia el pasado enero de 2019, convirtiéndola así en la mayor ciudad de todos los Estados Unidos en prohibir su comercialización.

En la demanda presentada por la IFF ante un tribunal federal, aprovechando la moratoria que existía para poder continuar vendiendo los excedentes de pieles hasta enero de 2020, la organización alega que la prohibición viola la Cláusula de Comercio de la Constitución de los Estados Unidos. Añadiendo además motivos ambientales, defendiendo que los sustitutos de la piel, que no deja de ser un producto 100% orgánico y de origen natural, están en su mayoría fabricados a partir de plásticos y combustibles fósiles.

Desde la IFF defienden que la aprobación de la normativa por parte de la ciudad resulta “tan arbitraria como ridícula”. Pero “sin embargo la prohibición de pieles de San Francisco va mucho más allá del mero ridículo: llega a violar la Cláusula de Comercio de la Constitución de los Estados Unidos”. “Si se permite que esta ley siga vigente”, esgrima el director ejecutivo de la IFF Mark Oaten a través de unas declaraciones recogidas por medios como el San Francisco Examiner, “no hay nada que impida a San Francisco prohibir la lana, el cuero, la carne o cualquier otro producto que algún pequeño grupo de activistas no apruebe”. Apostillando que “los californianos no deberían tener menos derechos que los residentes de otros estados. Deberían ser libres de comprar productos producidos legalmente a menos que haya un problema de seguridad o salud pública, cosa que no existe en este caso”.

“Esta prohibición no hace nada por mejorar el bienestar animal”, añadía en la misma línea de la IFF Keith Kaplan, portavoz de la Fur Information Council of America (FICA), la principal asociación de la industria de la piel en los Estados Unidos. “El verdadero progresismo no es que el Ayuntamiento le diga a las personas que no pueden comprar pieles o lo que pueden comer o usar, sino apoyar programas como FurMark que garanticen la sostenibilidad y el bienestar animal”, en referencia a una iniciativa impulsada por la propia industria que aumenta los controles en los procesos de producción de pieles.

La ciudad se defenderá “enérgicamente” de la demanda

En respuesta a la presentación de la demanda por parte de la IFF, el portavoz de la Oficina del Fiscal de San Francisco, John Cote, emitió un comunicado anunciando que la ciudad “defenderá enérgicamente” su legislación en los tribunales, rechazando por completo los argumentos esgrimidos por los demandantes.

“Los líderes legislativos de San Francisco han dejado claro que esta ciudad no aprueba matar a millones de animales al año en granjas de pieles para lanzar idearios sobre moda. La legislación de la ciudad es legal, y la defendemos enérgicamente en los tribunales”, defendía Cote. Ofreciendo además sobre las acusaciones de contaminación ambiental una visión completamente distinta a la arrojada desde la IFF. “La fabricación de pieles contribuye a la contaminación del aire y del agua, y su procesamiento a menudo implica el uso de productos químicos nocivos, como el cromo y formaldehídos”. Así como “cantidades significativas de energía” muy superiores a las de sus alternativas, ya que “producir un abrigo hecho con pie real puede consumir 15 veces más energía que la requerida para producir una prenda igual mediante piel falsa”.

“La industria de la piel está desesperada por mantener a los animales encerrados en sucias jaulas, romperles las piernas con cepos de acero, dispararles, electrocutarles o romperles el cuello por pieles que la mayoría de los diseñadores no usarán, y los consumidores no comprarán”, declaraba desde PETA su vicepresidenta Tracy Reiman. “Así como la industria de la carne ha comenzado a invertir en carnes veganas, invertir en nuevos materiales veganos sería un mejor uso del tiempo y del dinero que insistir en bloquear una prohibición que simplemente es una muestra del declive de la industria de la piel”.

Además de San Francisco, ciudades como Los Ángeles, Berkeley y West Hollywood también han aprobado legislaciones similares. Normativas que se veían reflejadas a nivel estatal con la aprobación, el pasado mes de octubre de 2019, por parte del estado de California de la prohibición de la venta y la fabricación de nuevos productos de pieles a partir del año 2023.

Photo Credits: International Fur Federation (IFF), página oficial de Facebook.

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