Túnez, entre incertidumbre y proyectos de recuperación
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En Túnez, la industria textil queda sometida a los caprichos del gobierno dirigido por el partido islamista de Ennahda. En un contexto político todavía delicado después de la caída del dictador Ben Ali en Enero del 2011, la coyuntura deja ver -a
pesar de todo- una ola de optimismo para los industriales del país.Dos
Túnez apuesta por el I+D
Para Jalel Bel Haj Khalifa, director de explotación del Polo de Competitividad de Monastir-El Fejja, la innovación y el desarrollo debería atraer a los capitales extranjeros para invertir en el proyecto.Creado en el 2006, este proyecto –que junta dos parques industriales situados en Monastir y en El Fejja al norte del país- representa una inversión global de 25 millones de euros financiados por el estado.
Este polo tecnológico, implementado para desarrollar y explotar espacios económicos multisectoriales, con una zona importante ligada al sector textil, presta servicios a las empresas como el mantenimiento y la gestión y también la animación de una red de colaboradores como la formación de grupos por actividad o el montaje de proyectos sometidos a reglas no contaminantes por la Agencia Nacional para la Protección del Medio Ambiente.
Llamado Neotex Monastir Technopark, el lugar principal de producción -que prevé extenderse a una superficie de 100 hectáreas –junta organismos de investigación y de desarrollo destinados a empresas innovadoras cubriendo toda la cadena textil, desde la fibra hasta el producto acabado. De momento, solo dos fábricas están en funcionamiento: ambas del grupo francés Zannier (especialista en ropa para niños y propietario de marcas como Kenzo Kids, Absorba, Little Marc Jacobs, IKKS..) que presenta una nueva actividad de serigrafía.
De aquí a 2018, el polo prevé alojar a 300 empresas incluyendo laboratorios de investigación y un vivero de micro empresas, lo que permitiría la creación de 15.000 empleos en el lugar con 4.500 de ellos para los diplomados universitarios.
Objetivo : restablecer la confianza
La mayoridad de las fábricas locales, especialmente las que están dedicadas al sector del Denim y del Sportswear han sufrido una rebaja en su cifra de negocio desde el cambio de gobierno. Es el caso de Sartex, una de las sociedades con más prestigio de la zona fundada en 1983. Registra una bajada del 10 al 15 por ciento en su actividad con una cifra de negocio de 40 millones de euros por año.
Con una cartera de clientes como Polo Jeans, Guess, Calvin Klein o Replay, Sartex exporta el 80 por ciento de su producción en denim hacia Europa, el 10 por ciento hacia Asia –principalmente a Corea y Japón- y el 10 por ciento a los EE.UU. Alemania encabeza la lista sus mercados más importantes, seguido por Italia y Francia con marcas como Lacoste, Le Temps des Cerises o Cimarron.
Mounir Zarrad, director comercial de Sartex ha explicado a FashionUnited que haría todo lo posible para poder mantener su actividad invirtiendo en la innovación y en la formación de sus obreros.
Apostando por la innovación en el producto bruto, Sartex ofrece a su clientela una novedad que lo diferencia de su competencia: el tinte vegetal no contaminante. Sometido a unos códigos de conducta muy agudos, las fábricas textiles tunecinas reciben entre una y dos veces al año la visita de ingenieros enviados directamente por las marcas para que estudien el conjunto de la cadena de producción tanto a nivel de toxicidad de los productos químicos como en las condiciones laborales.
Inversión sobre la formación de las obreras
A nivel interno, Sartex asegura su futuro y empieza a formar a 300 estudiantes de 17 a 21 años que luego se incorporaran al resto de la plantilla de obreras cualificadas. Al principio cobrarán un sueldo de 350 dinares, lo que equivale a unos 150 euros al mes como aprendices. “Es un salario atractivo para estudiar la profesión” subraya Zarrad. Esta inversión en formación tiene como objetivo un crecimiento del 20 por ciento de la cifra de negocio en Europa.New Acoben, sociedad de origen franco-suiza especialista en trajes para hombre y mujer fundada en 1976 y comprada en 2006 por unos tunecinos, cuenta con cerca de 400 empleados repartidos en dos sitios de producción en la región de Sousse. Sobre sus 20 clientes, la empresa trabaja con Camaïeu, Burton, Bimba y Lola o Zara para quien fabrica líneas clásicas con volúmenes de 1.500 a 3.000 piezas. En 2012, New Acoben registró una cifra de negocios de 2 millones de euros y prevé una caída del 20 por ciento para 2013. “Somos víctima de la baja de confianza de nuestros clientes dada la situación política en nuestro país”, indicó Samir Miladi, director de New Acoben. « A pesar de todo, hemos elegido mantener nuestros precios, es decir 4,50 euros para un pantalón de hombre o 12 euros para una chaqueta por ejemplo”, añadió.
Con un plazo de entrega total de 6 semanas –incluyendo todas las etapas de confección, acabado de los productos y envío de la mercancía- Túnez sigue siendo uno de los destinos de producción preferidos por los europeos –aunque China y Vietnam tengan a veces plazos más cortos de 3 a 4 semanas- el savoir-faire y la proximidad geográfica, especialmente para controlar las condiciones de trabajo y la toxicidad de los productos- son puntos a su favor.
En Bramatex, otro fabricante especialista del Denim y Sportswear que produce 5.000 piezas al día y 6 colecciones anuales, los clientes norte europeos como esprit (Alemania), Gassel casual (Países Bajos) o H&M (Suecia) siguen haciendo pedidos independientemente de las circunstancias políticas. Según Maher Braham, director comercial, “Nuestro objetivo número uno es conservar nuestra clientela antes de pensar en invertir. Actualmente estamos bloqueados para pensar a largo plazo pero somos positivos en cuanto a la fidelidad de nuestros clientes. Debemos restablecer la confianza”.
Tex med 2013, la incertidumbre persiste
Para reforzar la promoción del sector textil y luchar contra las políticas del gobierno actual que frenan la actividad, Túnez multiplica los encuentros B2B in situ y a nivel internacional con los industriales extranjeros. El Cepex (Centro de Promoción de las Exportaciones) es el organismo que se encarga de privilegiar los contactos entre las fábricas locales y las marcas internacionales, hacer partícipes a los fabricantes en las ferias internaciones como Denim by Première Vision, Zoom by Fatex o Munich Fabric Start y seguir organizando el salón anual Texmed que acaba de celebrar su catorceava edición en la capital del país.
El cértamen del sector del textil y de la indumentaria, conjuntamente organizado por el Cettex (Centro Técnico del Textil) y el Fenatex (Federación nacional del Textil)- y celebrado en paralelo con el salón internacional del equipamiento SIET- ha mostrado la ansiedad de los profesionales. “El Texmed no nos aporta nada, es solo un escaparate para la notoriedad de nuestra empresa”, declara uno de los participantes. Sin embargo, algunos de los compradores europeos afirman que el mercado tunecino es importante para ellos porque es una plataforma del textil que sirve a Europa y estudian la posibilidad de implantar una fábrica en Túnez.
En medio de un panorama nacional e internacional difícil, los expositores han expuesto los obstáculos encontrados: bloqueos repetidos en los puertos ocasionando retrasos de entrega, perdidas de dinero por culpa de las penalidades de retraso y como consecuencia pérdida irremediable de clientes. Otros se preocupan también por la inflación de los precios de la energía y de los nuevos dispositivos previstos por el proyecto de ley de financiación sobre la imposición de las sociedades exportadores del 10 por ciento.
Fotos: Fábricas textiles tunecinas / Salón Texmed 2013
(Anne-Sophie Castro)