Made in the UK: asegurar la supervivencia del cuero británico
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Los tomates de apariencia idéntica y duración eterna han perdido su atractivo, la gente busca ahora tomates sabrosos cultivados cerca de su casa, aunque sean más caros. Los niños tienen que aprender de nuevo que la leche viene de las vacas y no del supermercado. El slow food, la comida vegetariana y
el comer sano se ha instalado como tendencia. Es hora de que la moda siga el ejemplo. ¿Pero tenemos aún la calificación y la tecnología adecuada?¿Podemos en Europa producir pantalones vaqueros, hacer bolsos y tejer jerseys?¿Y dónde? En esta nueva serie, FashionUnited investiga la industria de la confección de prendas en seis países europeos: España, Reino Unido, Países Bajos, Alemania, Italia y Francia - con el objetivo de arrojar luz sobre la realidad de la producción en nuestro propio patio.En
La industria del cuero en el Reino Unido es conocida por fabricar una diversa gama de productos para una gran cantidad de sectores, que incluyen el mundo de la moda. De acuerdo con la Federación del Cuero del Reino Unido, la facturación anual de esta industria en el país equivale a 195 millones de libras (236 millones de euros).
Sin embargo, a pesar de que los productos de piel en el Reino Unido se producen con la más alta calidad y los mejores estándares, la producción ha disminuido lentamente en las últimas décadas en este país. Gran parte de la industria, que años atrás se encontraba entre las tres industrias líderes del Reino Unido, ha desparecido debido a que algunas empresas de cuero tradicionales y consolidadas exportan el 90 por ciento de su producción local e invierten en fábricas offshore en África y Asia.
Pittards PLC, un fabricante de productos de cuero de lujo establecido en Yeovil, que posee a Hérmes entre sus clientes, tiene cuatro fábricas en Etiopía que contribuyen con su ingreso anual de 39 millones de libras y que fabrican 186 mil metros cuadrados de cuero de calidad cada mes, con ovejas que crían localmente.
El cuero británico versus la producción en Asia
Actualmente, quedan aún trece empresas en el Reino Unido, a las que se las considera las corporaciones del cuero, además de 30 diferentes curtiembres y fabricantes distribuidos en todo el país, según indica Michael Redwood, profesor invitado de la asignatura “Piel” en la Universidad de Northampton. Sin embargo, gracias a algunas marcas británicas esenciales, tales como Cambridge Satchel Company, Globetrotter, Mulberry y Dr. Martens, sumadas al esfuerzo de la Campaña “Made in UK” y las tecnologías del Instituto de la Universidad de Northampton de Cuero Creativo, la industria del cuero en el Reino Unido sobrevive.
Michael Pearson, anteriormente Director Ejecutivo de Pearce Leathers y fideicomisario en el Museo de Marroquinería de Northampton, siempre tuvo “un gran afecto por la industria del cuero”. Después de que la reconocida curtiembre W. Pearce & Co., mejor conocida por sus cueros grabados de alta calidad, cerró sus puertas definitivamente en 2002, Pearson, nieto del fundador original, mantuvo su pasión por la industria. Él atribuye la decadencia del negocio local del cuero a la pérdida de una cartera de clientes, que ha optado por adquirir productos de cuero importados de menor precio, traídos al país desde Asia.
Pearson también cree que el retroceso del negocio local del cuero y la curtiembre no solo se debe a las condiciones competitivas ocasionadas por los negocios offshore y por los productos importados más económicos, sino también a las perspectivas de los beneficios económicos que se obtienen por la liquidación de los bienes de producción y bienes inmuebles, dado que las industrias tradicionales del cuero por lo general poseen sus oficinas y edificios en las principales zonas de venta minorista en los centros de la ciudad. Además, sostiene que la industria británica del cuero debería concentrarse en agregar valor a su sector, disminuyendo la exportación de cueros y pieles en bruto para usarlos en su fabricación del cuero local.
El valor agregado de la tradición
Por otro lado, Kate Hills, fundadora de “Make it British”, argumenta que la fabricación de productos de cuero todavía es “un proceso de trabajo bastante intensivo”, que constituye una de las razones por la que las empresas del cuero comenzaron a deslocalizar sus fábricas en los años 80. Hills indica que, a pesar de que la producción en masa de productos de cuero en el Reino Unido tal vez ya nunca esté en condiciones de regresar a su gloria anterior, las empresas como Cambridge Satchel Company (CSC) y Mulberry lograron que la cosa funcione “agregando valor de marca a sus productos”.
“A las dos les va muy bien en los mercados de exportación, porque utilizan sus características británicas en su propio beneficio. Además, ambas tienen fábricas muy modernas y eficientes, en las que algunos fabricantes de productos de cuero todavía son algo especiales en su trato con la producción”, agrega Hills. CSC inauguró una nueva fábrica el verano pasado para poder responder a la demanda creciente y duplicó su producción de 1.000 carteras hechas a mano por día. Por el otro lado, Mulberry posee dos fábricas en actividad en Somerset. Rookery tiene siete líneas de producción que fabrican 1.100 carteras por semana, mientras que la fábrica de 5 millones de libras que Willow inauguró recientemente opera con diez líneas de producción. Sin embargo, la firma de lujo también se observa en varias fábricas de cuero en el exterior - todas las carteras para hombre se fabrican en Turquía y los productos de cuero pequeños, en China.
Hills también destaca que actualmente no hay suficientes fabricantes de cuero en el Reino Unido para satisfacer las necesidades del nicho de los mercados internacionales, que buscan producir cuero en el país, “por lo que CSC estableció los propios”. Pearson, cuya empresa familiar fue una de la primeras empresas en proveer a Mulberry con cuero, indica que las empresas del sector a las que aparentemente les va bien en el Reino Unido se mueven en nichos de mercado y en empresas más pequeñas o empresas familiares.
“En la industria del cuero en el Reino Unido predominan las empresas familiares pequeñas”, acentúa Pearson. Cree que la industria trabaja por ciclos, como la agricultura, y que la industria británica debería concentrarse en el uso del cuero en el sector de la moda para lograr mayor consolidación y asegurar su longevidad. Pearson ha asegurado la subsistencia del negocio familiar y trasmitió su amor por el cuero a su hija Deborah Thomas, quien está a cargo de Doe Leather, un legado que produce carteras exclusivas hechas a mano con cuero de brida con tiradores repujados con motivos del archivo de W.Pearce & Co.
“Creo profundamente en la industria británica del cuero. Como es versátil, creo que sobrevivirá en nichos de mercados y en el mundo de la moda, porque el cuero es capaz de adaptarse”, concluye Pearson.
Foto: Cambridge Satchel Company